Flexibilidad laboral y empoderamiento: Una necesidad que avanza lentamente
Según indica la Organización Internacional del Trabajo, “las prácticas laborales flexibles pueden aumentar las perspectivas de productividad y empleo de las empresas, por ejemplo, en las industrias mecánicas, eléctricas y electrónicas, sin embargo, el cambio del proceso de producción puede, por lo general, ser problemático para los trabajadores, como así ocurre, como resultado de prácticas largamente arraigadas de los centros de trabajo con consecuencias no deseadas para muchos trabajadores”.
El mensaje es claro, la flexibilidad laboral es positiva, pero hay que implementarla de manera adecuada. Es una necesidad dentro de las empresas y debe ser una evolución del ámbito del trabajo y de la sociedad. Ahora, los candidatos buscan empleos con horarios flexibles que les permitan mejorar su calidad de vida y tener un equilibrio entre su vida personal y profesional.
Esto también viene acompañado de empoderar a los colaboradores de diferentes formas. Entre las mejores prácticas para lograr esto se destacan:
- Formación y capacitación: Resulta imperativo analizar qué brechas existen en el equipo de trabajo para capacitar a los colaboradores para que puedan sanar esa deficiencia de aptitudes, lo que les ayudará en su carrera profesional, personal y a la misma organización.
- Autodirección: este concepto se da, precisamente, como resultado del empoderamiento, para su desarrollo es necesario que los líderes empresariales rompan el formato tradicional jerárquico y se acuerden líneas de autodirección bajo un grado de libertad para las personas o equipos donde se tienen que alcanzar un equilibrio entre la libertad y las políticas o normativas de la compañía.
- Retroalimentación constante: Los colaboradores deben sentir que su trabajado es analizado objetivamente, pero que también se reconoce al hacer las cosas bien y se cumplen con las metas propuestas, de esa forma fortalecer las virtudes y modificar aquellas que no están funcionando bien.
- Valorar el trabajo: Las personas aumentan su motivación cuando se sienten valoradas, lo cual es posible cuando los líderes escuchan a sus equipos y les hacen preguntas para entender su entorno laboral y personal.
- Escuchar sus ideas: Hay colaboradores que son muy proactivos y les gusta proponer ideas y tratan de innovar en el trabajo, por lo que es importante que los líderes estén abiertos a escuchar y tener la disposición de poner las ideas en práctica para saber qué tan efectivas pueden ser, ya que, de serlo, será un logro del colaborador, el equipo y la organización.
Sin duda, las compañías están apostando por una cultura orientada al cuidado del talento humano, con escenarios motivadores y en el que se sientan empoderados, midiendo más por resultados y no por tiempo laborado, entornos en donde se refleje el balance entre la vida personal y laboral, con flexibilidad y nuevos espacios de trabajo, una dinámica que busca llegar al máximo de la productividad.
Por último, se recomienda que las compañías fomenten espacios de esparcimiento, bienestar y la salud, momentos que pueden planificarse de manera diaria, semanal o mensual, en los que se pueden realizar actividades deportivas, ir a teatro, cine o de actividades grupales.