Un mundo que cambia velozmente: ¿los profesionales se están preparando para los nuevos retos?

Un mundo que cambia velozmente: ¿los profesionales se están preparando para los nuevos retos?

 

Un profesional que desee triunfar en el mundo laboral debe estar en constante capacitación y formación; no hay ninguna discusión al respecto. El tener la capacidad de ampliar los conocimientos técnicos y las habilidades sociales a través de acciones formativas, hará que los candidatos al cambiar de empleo estén a la altura de lo que las organizaciones aspiran de ellos y de lo que el mercado laboral exige actualmente.

 

Las empresas hoy no solo buscan candidatos que cuenten con el conocimiento y las aptitudes adecuadas para ocupar un cargo, sino también están apuntado a brindar alternativas de formación interna que permitan ampliar la competencia profesional y la productividad de su personal.

 

En esa línea, una publicación de la consultora Deloitte, habla de las siete nuevas realidades del futuro laboral, una de ellas es la reinvención permanente y advierte que “con la prolongación de la vida laboral, la formación o reinvención permanente se ha convertido en una necesidad. En la actualidad, conviven cinco generaciones en una misma organización, siendo necesaria una buena gestión de los requerimientos de cada una de ellas: desde la gestión de las expectativas frente al envejecimiento hasta la renovación provocada por el talento joven. Un buen ejemplo de esta nueva realidad laboral son los modelos de mentorización donde trabajadores senior enseñan a profesionales más jóvenes habilidades que únicamente se aprenden con la experiencia”.

 

Asimismo, el documento expresa que es muy importante que cada persona entienda que -en primera instancia- es la responsable de asumir su formación como parte de su carrera y así lograr un éxito profesional, pero para ayudar a que los colaboradores pueden hacerlo, los líderes empresariales deben poner de su parte y tener políticas de flexibilidad, las cuales deber ser “inclusivas en las diferentes generaciones, además de la adopción y el cumplimento de las políticas públicas y leyes contra la discriminación en todos los sectores”.

 

Otro punto interesante que aborda Deloitte, es que hay una convergencia entre tecnología, talento y transformación, en el que hace un llamado para que los líderes corporativos implementen incentivos para que el aprendizaje sea permanente con el desarrollo de habilidades; hay una necesidad de elaborar redes de seguridad para los derechos de los trabajadores debido a las nuevas tecnologías, “de igual forma que, estar preparado para una posible reestructuración sustancial del talento hacia la empleabilidad sostenible”.

 

Además, el no contar con procesos de formación profesional tiene otras consecuencias graves, tanto para las empresas como para las economías, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el desajuste entre la oferta y la demanda de habilidades se considera una de las principales causas de los persistentes niveles de desocupación, la baja productividad y las dificultades para ocupar las vacantes laborales.

 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), complementa esto advirtiendo que, en principio, la brecha de habilidades podría indicar una economía dinámica que genera una demanda constante de habilidades nuevas, por ejemplo, como consecuencia de los avances tecnológicos. En la región, sin embargo, los sistemas de educación y formación profesional no han demostrado ese dinamismo para adaptarse rápidamente y proporcionar las habilidades demandadas.

 

Es decir, queda claro que el trabajo de la formación empresarial es tarea de todos:

  1.  Cada persona debe ser consciente de que el mundo actual requiere que sus conocimientos sean retroalimentados constantemente.
  2. Los líderes empresariales deben apoyar a los colaboradores con flexibilidad de políticas internas para que ellos se formen de manera continua.
  3. Las instituciones educativas deberán hacer reajustes para ser más dinámicos y brindar el talento humano que requieren las organizaciones y el mercado laboral.

Las empresas de servicios temporales como Staffing, están dispuestas a contribuir realizando propuestas para analizar la forma de ayudar a que los candidatos puedan formar parte de compañías que flexibilicen la formación de su personal, además, de analizar los perfiles que se destacan por aprender para valorarlos de manera distinta y así darle un plus a los procesos de selección de aspirantes, aumentando su eficiencia y las asesorías brindadas a las áreas de recursos humanos, dándoles perfiles de mano de obra calificada para que puedan cumplir con sus objetivos de negocio.

Flexibilidad laboral y empoderamiento: Una necesidad que avanza lentamente

Flexibilidad laboral y empoderamiento: Una necesidad que avanza lentamente

 

Según indica la Organización Internacional del Trabajo, “las prácticas laborales flexibles pueden aumentar las perspectivas de productividad y empleo de las empresas, por ejemplo, en las industrias mecánicas, eléctricas y electrónicas, sin embargo, el cambio del proceso de producción puede, por lo general, ser problemático para los trabajadores, como así ocurre, como resultado de prácticas largamente arraigadas de los centros de trabajo con consecuencias no deseadas para muchos trabajadores”.

 

El mensaje es claro, la flexibilidad laboral es positiva, pero hay que implementarla de manera adecuada. Es una necesidad dentro de las empresas y debe ser una evolución del ámbito del trabajo y de la sociedad. Ahora, los candidatos buscan empleos con horarios flexibles que les permitan mejorar su calidad de vida y tener un equilibrio entre su vida personal y profesional.

 

Esto también viene acompañado de empoderar a los colaboradores de diferentes formas. Entre las mejores prácticas para lograr esto se destacan:

  • Formación y capacitación: Resulta imperativo analizar qué brechas existen en el equipo de trabajo para capacitar a los colaboradores para que puedan sanar esa deficiencia de aptitudes, lo que les ayudará en su carrera profesional, personal y a la misma organización.
  • Autodirección: este concepto se da, precisamente, como resultado del empoderamiento, para su desarrollo es necesario que los líderes empresariales rompan el formato tradicional jerárquico y se acuerden líneas de autodirección bajo un grado de libertad para las personas o equipos donde se tienen que alcanzar un equilibrio entre la libertad y las políticas o normativas de la compañía.
  • Retroalimentación constante: Los colaboradores deben sentir que su trabajado es analizado objetivamente, pero que también se reconoce al hacer las cosas bien y se cumplen con las metas propuestas, de esa forma fortalecer las virtudes y modificar aquellas que no están funcionando bien.
  • Valorar el trabajo: Las personas aumentan su motivación cuando se sienten valoradas, lo cual es posible cuando los líderes escuchan a sus equipos y les hacen preguntas para entender su entorno laboral y personal.
  • Escuchar sus ideas: Hay colaboradores que son muy proactivos y les gusta proponer ideas y tratan de innovar en el trabajo, por lo que es importante que los líderes estén abiertos a escuchar y tener la disposición de poner las ideas en práctica para saber qué tan efectivas pueden ser, ya que, de serlo, será un logro del colaborador, el equipo y la organización.

 

Sin duda, las compañías están apostando por una cultura orientada al cuidado del talento humano, con escenarios motivadores y en el que se sientan empoderados, midiendo más por resultados y no por tiempo laborado, entornos en donde se refleje el balance entre la vida personal y laboral, con flexibilidad y nuevos espacios de trabajo, una dinámica que busca llegar al máximo de la productividad.

 

Por último, se recomienda que las compañías fomenten espacios de esparcimiento, bienestar y la salud, momentos que pueden planificarse de manera diaria, semanal o mensual, en los que se pueden realizar actividades deportivas, ir a teatro, cine o de actividades grupales.