¿Realmente el talento laboral se adaptó a los cambios del modelo de liderazgo?

¿Realmente el talento laboral se adaptó a los cambios del modelo de liderazgo?

 

El mundo de hoy vive múltiples crisis y contextos de volatilidad, los cuales hacen que se requieran líderes, más que nunca, pero -como todo en la vida- se necesita de un liderazgo diferente, ya no puede ser del mismo molde del siglo pasado. El mundo vive grandes contingencias que requieren de atención de personas que puedan gestionar los cambios para combatirlas como la crisis climática, la desigualdad y hasta la violencia generada por diferentes motivos. La pregunta es ¿realmente el talento laboral se adaptó a los cambios del modelo de liderazgo?

No hay duda de que los cambios en modelos de liderazgo son una tendencia que se perfila como clave en el mundo laboral, allí habrá una imposición paulatina de formas de administrar equipos y liderazgos de manera remota. Las previsibles reestructuraciones de los modelos de liderazgo organizacionales potenciarán en sus trabajadores la creatividad, así como también el conocimiento de habilidades que incluyan la gestión de herramientas virtuales de trabajo, como lo son por ejemplo las aplicaciones de seguimiento y colaboración de tareas, soluciones de almacenamiento de información en la nube, salas de reuniones virtuales, correos electrónicos y calendarios.

De esta manera, es importante tener en cuenta todos los procesos que lleven a la consolidación de líderes, por ejemplo, el Foro Económico Mundial habla de tres claves, sobre todo, aspectos que deben ser potenciados en jóvenes:

  • Cultivar la equidad, la inclusión y el sentido de pertenencia, para promover el liderazgo, potenciando la capacidad en la toma de decisiones.
  • Ganar resiliencia e inspiración a través de pares. Es decir, gran parte de los desafíos que afronta el mundo exigen acciones y respuestas coordinadas, para esto es necesario una base cohesionada que requiere “persistencia y valor para afrontar los inevitables errores y seguir adelante”. Allí, el FEM, asegura que se ha detectado gran valor en los “círculos de liderazgo”, grupos de 5 a 6 líderes que se reúnen regularmente para asesorarse mutuamente sobre sus aproximaciones a las barreras, procesar su aprendizaje y mantener la esperanza colectiva.
  • Acoger la curiosidad, la humildad y la incomodidad. Cuando se reúnen líderes que, al debatir sobre temas y surgen diferencias, se encuentran frente a facilitadores que les recuerdan sobre explorar las “cuestiones difíciles” de la identidad y aprender unos de otros. Los líderes que se necesitan ahora deberán manejar métodos de comunicación no violenta, además tendrán la capacidad de evitar juzgar y serán un modelo de humildad.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las mejores ideas de liderazgo suelen surgir de los momentos de incomodidad: “Cuando los líderes asumen una curiosidad compasiva y reconocen con humildad las limitaciones de sus propias experiencias, establecen el tono para un diálogo genuino y mejores resultados”.

Por otro lado, al hablar sobre liderazgo femenino es evidente que hay capacidades en ellas que aún no se aprovechan por completo, por eso otro de los grandes retos es cerrar la brecha de género en el mundo laboral, donde el liderazgo femenino también se ha visto afectado. En una encuesta a mujeres líderes empresariales de América Latina y el Caribe se reveló que varias creían que existe cierta paridad entre hombres y mujeres en sus equipos de trabajo, aunque aceptan que es algo reciente, la cifras no son tan contundentes, apenas el 14% de las firmas de América Latina y el Caribe (ALC) pertenece a mujeres y apenas el 15% de los cargos directivos están ocupados por ellas.

Las Empresas de Servicios Temporales tenemos la capacidad de contribuir para que las organizaciones se alineen en la consecución y retención de los líderes empresariales y sociales. Por ejemplo, desde Staffing, hemos reducido la brecha de género y tenemos personal capacitado para asesorar a las compañías, tanto hombres como mujeres, dando pasos en el objetivo de reducir esta problemática que tanto le ha costado a la sociedad y que -en muchas ocasiones- no les permite a ellas tener un trabajo digno.

Ahora bien, la respuesta al interrogante inicial sobre la adaptación a los cambios en los modelos de liderazgo, tiene matices. Si bien se ha avanzado, la verdad es que hay mucho por hacer aún. Hay una necesidad de potenciar habilidades que lleven a la generación de líderes con capacidades de llegar a los colaboradores y a sus comunidades laborales a cumplir con los objetivos que una organización se propone. Un análisis de la consultora McKinsey, demuestra que la demanda de las habilidades transversales, que las personas desarrollan paralelamente a sus estudios y están relacionadas con la inteligencia emocional, aumentará en un 30% para el año 2030.