Las organizaciones aprendieron de la pandemia y se están transformando.

Lo más gracioso de escuchar las anécdotas laborales de nuestros padres y abuelos es lo incomprensible que resulta para nuestra mente entender cómo se conectarían las competencias laborales del pasado con las exigencias del presente o viceversa, tratando de defendernos en un entorno completamente análogo con la ansiedad de pensar que si las herramientas adecuadas existieran, esos procesos que tomaban días, e incluso semanas en atenderse, podríanch resolverse en minutos.

Recientemente hemos experimentando transformaciones importantes a nivel laboral, el confinamiento obligatorio trajo exigencias que replantearon la forma de trabajar, que más allá de las adecuaciones tecnológicas, de conectividad y logísticas, hicieron prioritario un cambio en la forma de pensar de toda la estructura organizacional, para establecer nuevos cimientos en lo concerniente a la cultura laboral y a la forma como se evalúa el desempeño.

La dinámica de cumplir objetivos antes que horarios hizo que el tiempo adquiriera un valor diferente y por ende la creatividad, la capacidad de observar, de innovar y las habilidades blandas pasarían a ser un plus a los títulos profesionales.

En términos prácticos, un profesional competente sabe que los resultados van de la mano de un eficiente uso del tiempo y que solo lo logrará equilibrando las cargas, y que para ello necesitará apoyarse en su equipo, pero esto será posible si hay confianza, y para que la haya, debe existir cohesión, que solo resulta de la integración de cada uno comprometiéndose en aportar conocimiento, talento y profesionalismo a favor de una meta conjunta, de una victoria que celebrarán todos como uno solo.

En Staffing, participar en esta nueva dinámica de transformación de nuestros clientes nos mantiene centrados en el compromiso de continuar siendo un respaldo, identificando y seleccionando profesionales idóneos con talentos y habilidades integrales que se sumen a esa nueva visión de las organizaciones.