Colombia y un trabajo bien hecho en diversidad e inclusión laboral
Colombia, un país conocido por su rica diversidad cultural y étnica, logró importantes avances en la promoción de la diversidad, inclusión y protección de los derechos laborales en las últimas décadas. Estos avances reflejan el compromiso del gobierno y el esfuerzo de organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y la sociedad civil para construir un entorno más equitativo y respetuoso con los derechos humanos.
Por ejemplo, del trabajo desde el mismo Gobierno, se señaló desde el Departamento de la Función Pública: “Además, para dar cumplimiento a lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 y en el marco de lo establecido en la Ley 581 de 2000, el Gobierno nacional incrementó la participación de la mujer en los cargos de nivel directivo, lo cual representa un porcentaje de participación para 2020 de 45%, lo que supera lo señalado por la Ley de Cuotas (30%), la meta ODS (44,5%), así como un acercamiento al cumplimiento de la meta incluida en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 (50%)”.
En este contexto, la diversidad e inclusión son objetivos éticos y componentes esenciales para el desarrollo sostenible y la cohesión social. El reconocimiento y la valorización de las diferencias culturales, étnicas y de género son fundamentales para fomentar un clima de respeto y colaboración en todos los ámbitos de la vida.
Es relevante conocer los datos y el DANE, detalló que en 2022, la tasa de desempleo en los hombres tuvo un promedio de 9%, mientras que para las mujeres fue de 14,3%, lo que demuestra que hay que seguir trabajando en materia de equidad.
Por otro lado, la mejora en los derechos laborales es un pilar clave para garantizar condiciones dignas de trabajo, promover la formalización del empleo y proteger a los trabajadores contra abusos y explotación. La legislación laboral colombiana logró adaptarse a los desafíos del siglo XXI, buscando equilibrar las necesidades de los empleadores y los derechos de los empleados.
Diversidad e inclusión
Marco legal y políticas públicas
Colombia estableció un robusto marco legal para promover la diversidad y la inclusión. La Constitución de 1991 es una piedra angular en este sentido, al consagrar la igualdad y la no discriminación. Además, leyes específicas como la Ley 1482 de 2011, que sanciona actos de discriminación, y la Ley 1618 de 2013, que promueve la inclusión de personas en condición de discapacidad, han sido fundamentales.
Iniciativas en el sector privado
Las empresas colombianas adoptaron políticas de diversidad e inclusión para fomentar ambientes de trabajo más inclusivos. Programas de capacitación en igualdad de género, la implementación de comités de diversidad y la adopción de prácticas inclusivas en la contratación y promoción, son algunos ejemplos de estas iniciativas.
Inclusión de grupos históricamente marginados
Colombia también trabaja significativamente en la inclusión de grupos marginados, incluyendo a personas de comunidades afrodescendientes, indígenas y la comunidad LGBTIQ+. Programas específicos y políticas de acción afirmativa han sido cruciales para mejorar el acceso a oportunidades laborales y educativas para estos grupos.
Además, el interés de promover la inclusión laboral existe en el país en la “Guía para el proceso de inclusión laboral de personas con discapacidad” del Ministerio de Trabajo, documento que explica en 4 pasos la manera acertada de ejecutar el proceso de inserción de personas con discapacidad a su fuerza laboral.
En ella se revela, por ejemplo, que “de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay más de mil millones de personas que viven con algún tipo de discapacidad, esto es, alrededor del 15% de la población total”.
Cómo trabajar la inclusión y diversidad laboral en el trabajo
Sensibilización y educación
Para fomentar un ambiente de trabajo inclusivo, es fundamental comenzar con la sensibilización y la educación. Las empresas tienen la alternativa de organizar talleres y seminarios que aborden temas de diversidad, equidad e inclusión. Estas actividades deben enfocarse en crear conciencia sobre los prejuicios inconscientes y promover una cultura de respeto y empatía.
Políticas de contratación inclusiva
Esto es esencial para asegurar que todas las personas, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual o discapacidad, tengan las mismas oportunidades.
Incluye la revisión de los procesos de selección para eliminar sesgos, así como la adopción de medidas afirmativas para garantizar una representación diversa en la fuerza laboral.
Comités de diversidad
Establecer comités de diversidad dentro de la organización contribuye a supervisar y promover iniciativas de inclusión. Estos comités están compuestos por colaboradores de diferentes niveles y departamentos; se encargan de desarrollar y monitorear políticas y programas que fomenten un ambiente laboral inclusivo.
Programas de mentoría y desarrollo
Son herramientas efectivas para apoyar a colaboradores de diversos antecedentes. Estos programas identifican y eliminan barreras al avance profesional y proporcionan a los colaboradores las habilidades y el apoyo necesarios para alcanzar su máximo potencial.
Evaluación y monitoreo
Es importante que las organizaciones evalúen y monitoreen regularmente sus políticas y prácticas de inclusión y diversidad. Por ejemplo, haciendo una recopilación de datos sobre la composición de la fuerza laboral, encuestas de clima organizacional y la realización de auditorías de equidad. Los resultados se emplean para ajustar y mejorar las estrategias de inclusión.
Promoción de una cultura inclusiva
Esta va más allá de las políticas y prácticas formales. Implica fomentar un entorno en el que todos se sientan valorados y respetados. Esto se logra a través de acciones como celebrar la diversidad cultural, reconocer y celebrar los logros de empleados de diversos orígenes y promover la colaboración y el trabajo en equipo.
Retos y perspectivas futuras
A pesar de los avances, Colombia aún enfrenta desafíos significativos en términos de diversidad, inclusión y derechos laborales. La informalidad laboral, discriminación persistente y las brechas de género son áreas que requieren atención continua. Sin embargo, el compromiso del país con estos temas sugiere una trayectoria positiva hacia un futuro más equitativo y justo.