Mundo laboral: la imperiosa misión de revertir la renuncia silenciosa
Es claro que el mundo avanzó en la búsqueda del trabajo digno y formal, y que se han establecido leyes que tienen como objetivo proteger a los trabajadores para que las personas experimenten un equilibrio entre la vida laboral y personal, además para que tengan alternativas para hacer de sus entornos familiares y laborales los ideales. Sin embargo, no se puede negar que hay cosas por mejorar, esto no significa que se justifiquen prácticas como la ‘renuncia silenciosa’, ya que, en muchas ocasiones, representa el capricho de los trabajadores respecto a las condiciones laborales que ofrece una empresa.
Es importante, de todas maneras, revisar el contexto, por ejemplo, un análisis de la firma McKinsey asegura que “una persona media pasará 90.000 horas en el trabajo a lo largo de su vida, por lo que no es de extrañar que la satisfacción o insatisfacción laboral pueda afectar significativamente a su vida”.
De igual manera, un informe de la firma Gallup, deja ver que dentro de las organizaciones cerca del 32 % de trabajadores tiene falta de compromiso y no sienten en su ADN a la compañía, sumado a que otro 55 % de la fuerza laboral cree que en este momento está en un estado de renuncia silenciosa.
¿Cómo podemos definir la renuncia silenciosa? Según el Foro Económico Mundial, el “abandonar el trabajo de forma silenciosa no significa dejar de trabajar. Significa simplemente hacer lo que se requiere (estrictamente lo necesario) y luego seguir con tu vida: tener un mayor equilibrio entre la vida laboral y la personal”. Asimismo, indica que diferentes estudios demuestran el aumento de esta práctica.
Desde la experiencia de Staffing encontramos que este panorama genera unos retos enormes a la hora de atraer talento. Esta problemática se hizo más fuerte y evidente a partir de la pandemia, ya que cada día es más difícil satisfacer a las personas en cuanto a las condiciones laborales ideales que se acomoden a sus necesidades. Hoy se vive un fenómeno muy grave y aterrador.
Los colaboradores -en muchos casos- quieren hacer exclusivamente lo que les toca. Hace unos años se utilizaba el famoso término de “calentar puesto”, independiente del cómo se le llame, es un fenómeno que disminuye la productividad.
No se puede negar que llenar las expectativas de todos los colaboradores en una empresa es muy difícil y, claramente, eso se refleja en la rotación de personal. La tarea es: trabajar en mitigar el impacto.
Vale la pena analizar lo que se vive Chile en la actualidad. El fenómeno es preocupante, aunque puede ser pasajero, también puede tomar bastante tiempo en solucionarse. En ese país la suma de los subsidios del Gobierno y la pandemia, hicieron que muchas personas se relajaran en su vida laboral.
Esto trajo como resultado que Colombia con su mano de obra, esté supliendo la falta de personal para laborar en los Contact Center de Chile, ya que las personas no quieren hacer esa labor. Hoy tenemos la misión en Colombia de generar una sana equivalencia; donde hay que plantear unas consideraciones muy particulares como el tema de la cultura, asimismo, las empresas tienen que empezar a hacer una transformación y tener la meta de considerar al trabajador en ese proceso de evolución.
Los datos y hechos anteriormente vistos no se deben tomar a la ligera, sumados a otros como los de McKinsey & Company, quienes detallan que el 40% de los trabajadores de todo el mundo quieren dejar su trabajo en los próximos tres a seis meses. El análisis 2022 State of the Global Workplace de Gallup, también indica que solo el 21 % de los empleados están comprometidos en el trabajo.
La coyuntura llevó a un momento en el que se dio la “suma de todos los miedos”. Hay responsabilidad de la empresa y del trabajador. Antes, para conseguir un colaborador no había tantos problemas o exigencias, en el mundo actual, hay que tener nueve o diez candidatos para conseguir uno.
Hay compañías que -afortunadamente- tienen una visión de cambio para lograr y brindar el trabajo soñado. La pandemia deja un tema importante y es que el trabajador busca vivir en un equilibrio entre su vida personal y laboral. Lo desafortunado, es que se creó una tendencia en la que, si alguien tiene un problema en el trabajo, pues su mejor alternativa es la renuncia, es la solución fácil, donde se debería tener responsabilidad y asumir el trabajo con más compromiso.
Por eso, el llamado es a desarrollar estrategias para tener soluciones. En esa medida, hay una tarea para desarrollar y es crear nuevas habilidades en los líderes para que sean motivadores de cambio; nosotros tenemos que ser responsables laboralmente: recompensarles, cumplirles y reconocerles a los colaboradores.
Es muy importante promover el descanso, la desconexión laboral y el disfrute de las vacaciones al personal. Las personas tienen que descansar, vivir su vida y mantener su equilibrio en la vida personal y laboral, por otro lado, se debe crear una cultura de salud mental, felicidad y propósito, brindando, entre otras cosas, empoderamiento para que las mejores decisiones se tomen de las bases, no de las gerencias. Finalmente, todos debemos poner en funcionamiento la escucha activa a nuestros colaboradores.