Las nuevas generaciones buscan líderes y empresas con sentido social e inclusivas

 

Un estudio de la firma Hays asegura que el 27 % de los jóvenes en Colombia quieren formar parte de empresas que abanderen causas con alto impacto social, asimismo, señala que a la hora de inclinarse por un trabajo analizan si la organización cuenta con asuntos de Responsabilidad Social Empresarial, además el informe detalla que el 25 % de los encuestados renunció a su trabajo por descontento con la filosofía corporativa. 

La tendencia es global y sólida, incluso, otro informe de Fast Company, explica que la sustentabilidad corporativa es una prioridad y que la mayoría de los Millennials aceptarían recibir menos sueldo con el fin de tener un empleo en una organización socialmente responsable (40% asegura que ya lo hizo de esta manera).  

Teniendo en cuenta esta realidad, es importante que las Empresas de Servicios Temporales (EST), trabajen en impactar de manera positiva y social, sobre todo en un aspecto que les compete de manera directa: contribuir en la contratación diversa e inclusiva, lo que cierra brechas culturales, de género y edad, entre otras, abriendo más oportunidades para los trabajadores que componen la fuerza laboral en Colombia.  

Staffing ha venido implementando procesos de selección para lograr aumentar la contratación de colaboradores y trabajadores en misión, analizando qué prácticas pueden considerarse excluyentes para eliminarlas y concentrarse más en el conocimiento técnico y las habilidades necesarias para un cumplimiento exitoso de un rol requerido. 

Los hechos y las cifras van sustentando este proceso, ya que Staffing en temas de inclusión laboral logró entre sus resultados una paridad de género, debido a que el 50% de las personas contratadas a través de Staffing son mujeres, así como el 78% del personal de la planta es femenino, a ello se añade que ha velado por el crecimiento del mercado laboral juvenil, logrando contratar más de 2.500 jóvenes en lo que va corrido del año. 

Este tipo de acciones van más allá de un compromiso social, ya que trae beneficios concretos para las organizaciones, un estudio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) asevera que las empresas con políticas inclusivas pueden alcanzar un incremento de la rentabilidad y la productividad del 62%, eso les permite mejorar su capacidad para atraer y retener talento hasta en un 59,7%; así como una mejor creatividad e innovación en un 59%.  

El Foro Económico Mundial, también ha dado luces sobre los resultados que se logran con la reducción de las brechas de género, por ejemplo, se desarrolla un mayor estímulo al crecimiento: “Dado que las mujeres aportan nuevas aptitudes al trabajo, las ventajas en materia de productividad y crecimiento derivadas de una mayor participación femenina en la fuerza de trabajo (mediante la reducción de las barreras que frenan la incorporación de la mujer en el trabajo) son mayores de lo que se había pensado. De hecho, cerrar la brecha de género podría incrementar el PIB de un país en 35%, en promedio”.  

Aunque suene complejo, esto también llevaría a lograr mayores ingresos para los hombres, ya que con resultados que se alcanzan, se puede deducir que los salarios de los hombres también aumentarán como consecuencia de una mayor inclusión de la mujer en la fuerza laboral, gracias a la mejora de la productividad, por lo que “deberían ser un argumento a favor de la eliminación de las barreras que impiden que las mujeres accedan a buenos trabajos”. 

Para finalizar, no hay que olvidar que también se debe evitar, a toda costa, la discriminación laboral por orientación sexual, donde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido que “la discriminación y el abuso basados en la orientación sexual o la identidad y la expresión de género sucede en todas las etapas del ciclo de empleo: reclutamiento, contratación, entrenamiento, compensación y terminación”. 

Para abordar esa problemática, es importante seguir trabajando en procesos claros que van desde la selección de personal hasta la implementación de políticas claras para abolir ese tipo de exclusión, hay propuestas concretas en el ámbito internacional que deben ser analizadas como no preguntar el sexo en los formularios de solicitud de empleo.